lunes, 4 de mayo de 2009

Decisiones y otras injusticias

Como abatido por un disparo, me vi obligado a tomar una drástica decisión. Y yo nunca he sido de tomar decisiones a la ligera, pero tal vez menos acertado fuera tomar decisiones a la tremenda.
Me enfrenté, entonces, a la difícil indecisión que supone tomar una decisión. O al menos de tomar una que valga la pena para algo o alguien.
Contrariado, empecé a buscar en mi cabeza.
Más contrariado aún, no logré ver nada interesante.
Como abatido por un disparo quedé tras admitir que la solución, al alcance de mis ojos, se negaba a dejarse ver.

Afuera, en este domingo recién finiquitado (como un desempleado más), hace rato había un sol radiante que obligaba a mirar el mundo tras unas gafas oscuras y el viento leve que provocaría el aleteo de alguna mariposa en algún lugar del mundo.

¿Y yo tenía que tomar una decisión? Pues de momento no pude.

Bang, Bang (my baby shoot me down), que diría Nancy Sinatra.

1 comentario:

  1. Yo pienso prohibir los domingos en cuanto suba al poder, ya lo sabes. Anyway, de que tratas de convencerme? de que eras ta... je, je, bienvenido a la bogosfera, maese Walker.

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